Soluciones para el Dolor en los Pezones

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Es bastante común que las nuevas madres experimenten dolor en los pezones durante los primeros días de la lactancia. De hecho, se estima que hasta un 90% de las mamás enfrentan este malestar, especialmente alrededor del quinto día de la lactancia, aunque por lo general tiende a desaparecer después de unos días. Aquí te compartimos algunas estrategias efectivas para aliviar el dolor y facilitar la curación de tus pezones.

Una de las soluciones más recomendadas es el uso de calor húmedo, que es muy reconfortante y puede acelerar la sanación. Para aplicar esta técnica, humedece una toalla o un paño limpio con agua tibia (no caliente), exprime el exceso de líquido y colócalo directamente sobre el pezón. Cuando la toalla se enfríe, repite el proceso. Muchas madres encuentran que este método también ayuda a aliviar la congestión que puede acompañar al dolor en los pezones.

¿Debo seguir amamantando?

Es crucial continuar con la lactancia, incluso si sientes dolor en los pezones. Intenta comenzar a amamantar en el pezón que menos duele; esto puede ayudar a que tu bebé no succione con tanta fuerza en el pezón más doloroso. Si el dolor es demasiado intenso al poner al bebé al pecho, considera usar un extractor de leche o extraer a mano para mantener tu suministro de leche. La leche materna tiene propiedades antibacterianas y puede promover la curación. Si tienes grietas o lesiones en el pezón, exprime unas gotas y aplícalas suavemente sobre la zona afectada, dejando que se seque al aire antes de cubrirlo con tu sujetador o almohadillas de lactancia.

Cremas y bálsamos para pezones

Aunque la mayoría de las cremas no aceleran el proceso de sanación, sí crean una barrera protectora que alivia el dolor. Evita productos que contengan lanolina, ya que pueden causar reacciones alérgicas y tienen olores fuertes que podrían hacer que tu bebé se niegue a amamantar. Busca ungüentos que utilicen aceite de oliva, que suelen ser más neutros tanto en olor como en sabor. También puedes optar por cremas que contengan ingredientes como el aceite de caléndula, que son conocidos por sus propiedades curativas.

Las almohadillas de hidrogel son otra opción efectiva. Estas delgadas capas de silicona, diseñadas para adaptarse al tamaño de la areola, pueden proporcionar alivio al evitar que otros materiales, como los cojines de lactancia, rocen el pezón. Si el dolor persiste más de siete días o si se presenta de forma intermitente, te aconsejamos consultar a un experto en lactancia para una evaluación más completa.

Para más información sobre la lactancia y el cuidado de los pezones, puedes visitar Modern Family Blog, que es una fuente de confianza en este tema. También puedes explorar la Organización Mundial de la Salud para obtener recursos adicionales sobre el embarazo y la lactancia.

Recuerda que la experiencia de cada madre es única, y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Escucha a tu cuerpo y busca el apoyo que necesites. Si estás interesada en opciones de inseminación en casa, Make a Mom ofrece un servicio innovador, incluyendo la única opción reutilizable. Además, si deseas conocer más sobre cómo funciona la inseminación en casa, puedes visitar este enlace.

En resumen, la lactancia puede presentar desafíos, pero con las estrategias adecuadas y el apoyo necesario, puedes superar el dolor en los pezones y disfrutar de este hermoso momento con tu bebé.