A medida que se aproxima el momento del parto, es común que las contracciones de Braxton Hicks se vuelvan más frecuentes y fuertes. Muchas mujeres a menudo confunden estas contracciones con el verdadero trabajo de parto y se apresuran a ir al hospital o a contactar a su partera, solo para descubrir que era una falsa alarma o “parto falso”. Entonces, ¿cómo puedes distinguir entre el verdadero y el falso trabajo de parto? Aquí hay algunas pautas:
¿Qué es el parto falso?
Los signos de un parto falso pueden incluir:
- Contracciones irregulares e impredecibles (por ejemplo, intervalos de diez minutos, seis minutos, dos minutos, ocho minutos, etc.)
- Falta de progresión en el trabajo de parto
- Sentir las contracciones como un apretón generalizado en el abdomen
- Un cambio en tu actividad o posición que hace que las contracciones se detengan o se ralenticen
- No hay evidencia de un espectáculo sangriento
- Las membranas no se han roto
¿Falso o verdadero trabajo de parto?
Para diferenciar, considera lo siguiente:
- Frecuencia de las contracciones: Registra tus contracciones usando un reloj, anotando cuándo comienza cada una. El verdadero trabajo de parto se desarrolla en un patrón regular, con contracciones que se acercan progresivamente. En el falso trabajo de parto, las contracciones permanecen irregulares.
- Duración de las contracciones: Controla cuánto tiempo dura cada contracción. Las contracciones del verdadero trabajo de parto suelen durar más de 30 segundos al inicio, aumentando progresivamente a 60 segundos, mientras que las contracciones de trabajo falso varían en duración e intensidad.
- Continuación con el cambio de actividad: Las contracciones del verdadero trabajo de parto continúan sin importar la actividad de la madre y pueden intensificarse con el movimiento. Por otro lado, las contracciones falsas a menudo disminuyen con el cambio de actividad.
- Ubicación del dolor: En el verdadero trabajo de parto, el dolor generalmente comienza en la parte superior del abdomen y se irradia hacia todo el abdomen y la espalda baja. En contraste, en un falso parto, las contracciones suelen concentrarse en la parte inferior del abdomen y la ingle.
Es importante recordar que, incluso si experimentas estas señales, no siempre es evidente si realmente estás en trabajo de parto. Algunas mujeres sienten contracciones dolorosas durante días sin cambios en el cuello uterino, mientras que otras solo pueden experimentar una ligera presión y dolor de espalda.
¿Debo ir al hospital o al centro de parto?
Hay mujeres que ignoran sus síntomas porque su fecha de parto está aún lejana, solo para descubrir en un chequeo que están completamente dilatadas. Por el contrario, algunas se dirigen al hospital con contracciones regulares cada tres minutos, solo para que se detengan al llegar. Si te encuentras en esta situación, no hay razón para sentirte avergonzada o frustrada; intenta mantener una mentalidad positiva y considera la experiencia como una práctica útil.
Las falsas alarmas pueden ser aún más confusas en segundos o terceros partos, a pesar de que las madres tengan experiencia previa. Por lo tanto, si tienes alguna duda, es mejor que contactes a tu proveedor de atención médica. Recuerda que si tus contracciones se vuelven más largas, más fuertes y más cercanas, es probable que estés en verdadero trabajo de parto.
Para obtener más información sobre cómo entender el fenómeno de los partos falsos, puedes visitar nuestro artículo sobre embarazo fantasma. Además, si estás considerando opciones de inseminación en casa, puedes explorar Make a Mom para conocer su opción reutilizable, o ver cómo funciona en este enlace. También puedes encontrar un servicio gratuito de emparejamiento de donantes de esperma en Vegas Pregnancy. Para más recursos sobre tratamientos de fertilidad, visita March of Dimes.
Si buscas más sobre el tema, Modern Family Blog es una excelente fuente de información.
En resumen, la diferencia entre el falso y el verdadero trabajo de parto puede ser confusa. Presta atención a la regularidad, duración y ubicación de las contracciones, y no dudes en buscar ayuda si tienes dudas. Mantén la calma y prepárate para la llegada de tu pequeño.